martes, 9 de octubre de 2012

Enfados

Enfadarse, actuar impulsivamente...
Muchas veces me enfado. Me enfado aunque no me gusta nada enfadarme.
En algunos enfados no soy capaz de pensar, pensar y calmarme. Me bloqueo y no salgo de mis ideas y no encuentro ninguna solución porque mi mente está metida en el enfado y no consigue salir. (Supongo que no seré la única a la que le pasa)
Bien, siempre que me enfado, cuando todo pasa y analizo la situación me doy cuenta de que quizás no era para tanto, que debería haber apartado el enfado y pensar y solucionarlo antes.
Sí, siempre lo digo después de un enfado pero... ¡Luego llega otro enfado y ya no me acuerdo de lo que dije! Y así sigo enfadada y no pienso y se vuelve a repetir el proceso y dices: -MAL NEREA, MAL SIEMPRE DICES QUE NO HAY QUE DEJARSE LLEVAR POR LOS ENFADOS
 ¡Y NUNCA LO ACABAS CUMPLIENDO!

Bien, como no quiero olvidarlo más he decidido escribirlo :)
La mayoría de enfados llegan a lugares, algunos demasiado lejanos, a los que no deberían llegar. ¿Y por qué? Porque no pensamos. Dejamos que el enfado nos gane y no paramos a pensar.
A mi no me gusta enfadarme aunque lo haga (a veces bastante, claro soy persona y aunque intente ser mejor es imposible no enfadarse)
Y enfadarse no tiene porque ser malo, hay que reivindicar lo que sentimos, pero algunos enfados no son sanos y tenemos que pensar en estos casos para que algo pequeño no se convierta en algo gigante.

Y nada esta es la primera reflexión que hago en el blog, algunos estarán de acuerdo, otros no... Incluso habrán que ni me entiendan jaja Pero de eso trata este blog, de compartir reflexiones con las que estén de acuerdo o no, y tengan mucho o poco (o nada) de sentido XD
¡Adiós!

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